GOBIERNO PANAMEÑO SIGUE TRATANDO DE CONVENCER AL CONGRESO NORTEAMERICANO PARA QUE RATIFIQUE EL TRATADO.


A mediados de noviembre, el Embajador de Estados Unidos en Panamá, William Eaton, informó que el Congreso de ese país entrará en un receso a finales de noviembre, por lo que, el año que viene, podría discutirse la ratificación del Tratado de Promoción Comercial (TPC) con Panamá. El diplomático estadounidense señaló también que la administración estadounidense sigue tratando de convencer al Congreso para que ratifique el tratado.


En Panamá, el canciller de la República, Samuel Lewis Navarro, ha dicho que las negociaciones siguen y que el Gobierno mantiene contactos con senadores estadounidenses que apoyan su aprobación, aunque no ha precisado mayores detalles.


Con cautela y preocupación, el sector privado del país evalúa los acontecimientos, a raíz de las últimas declaraciones de la senadora demócrata Hillary Clinton, luego que anunciara que no respaldaría la ratificación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Panamá. Los señalamientos de la aspirante presidencial demócrata vino a confirmar, lo que era un secreto a voces: el TLC entre ambos países estaba agonizando.

Voceros del sector privado han expresado que la estrategia del gobierno consiste en manejar el tema con prudencia, luego de las fuertes declaraciones de Clinton. Incluso, plantean que la negociación de esta importante herramienta de desarrollo debe enfocarse a través del diálogo diplomático, que son los canales pertinentes. Pronostican que la no ratificación desmejorará el clima de inversiones y la economía experimentará un retroceso a corto plazo.

Otros reiteran que es muy difícil la ratificación del tratado a corto plazo, a pesar de los esfuerzos de la Cancillería panameña para tratar de mantener los canales de negociación. Estiman que el país sale perdiendo por una decisión eminentemente política, cuando ya todo estaba encaminado a que el TLC fuese ratificado sin contratiempo.

El sector empresarial panameño pudo haber gastado más de 200 mil dólares en cabildeos y viajes a Washington. Mientras que fuentes vinculadas a las negociaciones señalan que los gastos efectuados por ambas administraciones en las diez rondas pudieron superar los tres millones de dólares. Las autoridades panameñas han obviado a entrar en detalles sobre el tema.


La firma consultora INDESA ve dificultades para la aprobación este año en el congreso de Estados Unidos (EU) del tratado de promoción comercial (TPC) con Panamá. Hasta ahora sus proyecciones no incluyen el fracaso del TPC; sin embargo, si el mismo es retrasado indefinidamente, no presentado al congreso de EU o, aún peor, rechazado, el flujo de inversión extranjera podría verse afectado, destaca la firma.


La inversión extranjera ha sido clave para financiar la formación de capital en este ciclo de crecimiento económico, que se prevé cierre en dos dígitos este año. En el aspecto comercial también hay que tener presente que la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), que otorga acceso preferencial al mercado estadounidense, vence el próximo año, lo que tendría un impacto en el desempeño de las exportaciones, otra de las actividades que están impulsando la economía.

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